Direct Drive

En la mayoría de máquinas existen tres partes funcionalmente delimitadas: motor, transmisión (p.ej. reductor) y mecanismo receptor que realiza la función para la que ha sido fabricada la máquina.
El sistema Direct Drive hace que estas tres partes estén integradas. La potencia del motor se transmite directamente al mecanismo receptor sin necesidad de ningún componente transmisor y en muchos casos permite que el mecanismo forme parte del propio motor.

Ventajas de los Motores Direct Drive

Aumenta la eficiencia: No se pierde potencia debido a la fricción (en las correas, cadenas, engranajes …)
Reducción de ruido: La máquina es más simple y compacta, por tanto hay menos componente que puedan vibrar lo que hace que el ruido sea más bajo.
Larga vida: El hecho de tener menos partes en movimiento implica que haya menos partes propensas a fallar.

Se pueden obtener pares de torsión elevados a velocidades bajas.

Rapidez y precisión en el posicionamiento: Pares elevados con poca inercia permite obtener tiempos de posicionamiento bajos en los motores síncronos de imanes permanentes. Sensores directamente a la parte rotante permite la detección precisa de la posición angular.
Rigidez en la transmisión: Desaparecen las reacciones mecánicas, la histéresis y la elasticidad evitando mecanismos de transmisión como las cajas de cambios.